En el jainismo, ayiva es algo que no tiene alma o vida, el polo opuesto de yivá (lasif‘vivo’, toda criatura con alma). Debido a que ayiva no tiene vida, no se acumula el karma y no puede morir. Ejemplos de ayiva incluyen sillas, computadoras, papel y plástico. Se puede dividir en dos clases, con la forma y sin forma.[1]
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